Los hermanos habían vendido a José. Él había sido esclavo, pero ahora él daba las órdenes.
3 José dijo a sus hermanos: Yo soy José. ¿Vive todavía mi padre? Pero sus hermanos no podían contestarle porque estaban atónitos delante de él.
4 Y José dijo a sus hermanos: Acercaos ahora a mí. Y ellos se acercaron, y él dijo: Yo soy vuestro hermano José, a quien vosotros vendisteis a Egipto.
5 Ahora pues, no os entristezcáis ni os pese el haberme vendido aquí; pues para preservar vidas me envió Dios delante de vosotros.
No es nada fácil perdonar cuando alguien te ha hecho daño. Para hacerlo necesitas la ayuda de Dios.
La Biblia dice: “Perdonándoos unos a otros, así como también Dios os perdonó en Cristo” (Efesios 4:32).
Lee este versículo hasta que te lo memorices. Dilo cada vez que pienses en cómo alguien te ha hecho daño.
Recuerda que debes perdonar como Dios te perdonó a ti.
Señor, gracias por perdonarme.
Ayúdame a perdonar (cuéntale a Dios a quien necesitas perdonar y por qué).
En el nombre de Jesús. Amen.